Me confiesas tu pasión
toda a una voz,
como una serenata que sangra vida;
cometa azul de una trayectoria
que me traspasa entera…
Incorregible enredadera,
trepándome toda,
poblándome de su amor;
de las joyas numerosas que le encarnan
para encender mi fantasía…
Fragancia inestimable
que mana de la naciente profecía del final;
big bang de mi pulsión…
Me arrancas la luz a metáforas
y, en tu nombre,
pulso el botón que centrifuga mi saliva
y se deleita en condensar el desafío verbal
de pernoctar en tu boca,
empapándote del manantial de su osadía…
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