Me reclino
en tus dotes,
en sus proporciones
y márgenes imprecisos
que van tejiendo la importancia
del bamboleo…
Un vapor intransigente
mueve el vicio
de indagar la disposición,
transparentando la acción
y colocándola
al servicio del deseo…
Ocupas mi cuerpo y mi mente
y noto
la variación de escenarios;
la comprensión de cada movimiento,
exhibiéndose,
como un estrago,
indeleble,
habiendo escuchado
el metamorfismo serpentear
mucho antes de verte…
Me tienta saber
que recorres mis recodos,
irreverente;
que soy fácil de atrapar
por la altura imponente de tu Olimpo;
por la anchura de tus mares de papel
y cada pieza de arte
que te constituye…
Inclemencias secuenciales
son tus ojos;
hábiles latitudes
para comunicarse a través
del clamor huracanado del cosmos…
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