viernes, 4 de octubre de 2024

Sugerente

La seda
toda mía, contigo,
avasalladora,
con gusto te acaricia…

Soy
lo que eres para mí
en forma de suspiro;
un escondite transitorio;
una epifanía…

Se revela la luz de mis pétalos,
mientras te comes su rubor
y yo,
trepidando bajo tu tacto
rumoroso,
complexivo,
entregado al fervor
que va a extinguir el ahora;
creando
la entrelinea;
el salto al vacío…

Te luces delante de la humedad
que seduce la atribución infinita
de hacerte mío,
codiciado por la fuerza de atracción
de cada cuerpo celeste…

Se mueve a tu contacto
mi carnosidad
que no resiste platear la atmósfera,
gozante,
en su anchura sin límites…

Iluminas la ruptura del tiempo,
conectando los índices
que nos relacionan,
concentrando
todo el universo
en la llamarada medular
que reviste este deleite
con tu boca…

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