Soplos Eclécticos

Pegadas a tu manía de acalorar las sombras,
la causa y consecuencia agujerean el silencio,
mientras te muerdo los labios
y los recatos en riego,
sorprenden al deseo sonriendo,
incrustándose en cada combinación,
desatados;
tengo en la piel la insidia de tu aliento
que alienta las fragancias literarias
y te entretengo,
mientras te advierte el juego de mis manos,
cuando me deslumbra tu música,
sin cautela;
perturbador de mis instantes,
consigues izarnos al mismo tiempo;
fulminación,
shock de sinuosidades,
adornando la noche que nos ha vuelto eternos;
majestuoso aterrizaje en el paisaje del éter,
como el deseo arrojándose a la fuente,
brotando de tu boca,
cumplido;
la controversia del suspiro,
cuyos velos celestiales,
van agitándose al oírte crear
dorados estratos,
avanzándome al origen…

Defines pauta y secuencia,
porque la gracia no está en impedir la euforia,
sino bañar, de su fluido mágico, la lengua;
cuerpos cósmicos, entrelazando su órbita,
desembocando en los patios infinitos del alma…

Tu logro frecuenta mis latidos;
recorre mi cuello, se muere de ganas;
frenético capricho con el que atraviesas mis palabras…