sábado, 23 de octubre de 2021

Capital

Se abre el silencio,
como pétalos flameantes
y su vapor de fragancias nos disuelve;
complementarios,
encarnamos en un mineral violeta,
corazón de geoda;
una gota de magia
que se libera en la lengua;
deseo inconfesado…

Te llamo desde dentro
y me respondes;
la adrenalina nos captura,
haciéndonos despeñar del cielo,
entre nubes,
como un trueno,
hecho de palabras
que luego detona en un orgasmo lumínico,
activando la dosis de infinito
que, a tientas, conquistamos;
substanciando el suelo fugitivo,
donde se proclama la victoria de tenernos…

Detener los fusionados lirismos,
hacerlos resistentes a lo externo,
porque no hay sensatez que proceda
ante el vómito del éxtasis,
cuando los cuerpos hallan su énfasis
y hacen que el mundo se disuelva…

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