miércoles, 29 de julio de 2020

Rúnico

El azar flotante se enrosca al viento
y saltan las expectativas
con su murmullo espeso de arena y cristales;
la letra naciente termina posándose
entre los pétalos del mundo,
mientras cuelgan de los ojos los deseos
que aparecen, inadvertidos,
como huella carnosa…

Cabe el preludio de una profecía…

Se estimula el auténtico tañido del impulso
e inyectados los músculos,
tras la sentencia que exhorta la voluntad,
prueban la porfía del siguiente paso…

El silencio hace brotar el universo,
impregnándolo todo de su juicio,
dejando en la lengua un sabor insospechado;
el ámbito que sentencia lo desconocido…

1 comentario:

  1. Y ahí vamos, soltados, de carne y hueso, ansiosos aventureros en la libertad de Dios. Me encantó.

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