Imanta

Tus ojos de luna me atraviesan;
su péndulo circular,
es un instante de luz que, avieso,
se hace con el rosetón sanguíneo,
desde donde brota el más puro de mis secretos…

La exactitud del silencio retoza,
cuando exhalas tu reflujo cósmico
y me enredas en la frente sus vocablos,
transmitiéndome, con garbo,
la nocturnidad que hiere tu lengua
con su afilado enigma;
me hipnotizas…

Ciernes, versátil,
la claridad del alma,
el suelo invicto de los sueños…

Haces que el tiempo se detenga;
que sus agujas me inoculen su eternidad
y me disuelva en ese siempre
que lleva tu nombre grabado,
capturando el temblor de mis sensaciones
al entrar en tu contacto…