viernes, 10 de julio de 2020

Incendiario

Aventurarme a tus renglones;
fundirme a la pulsión que surca los espacios,
como arrumaco del cielo;
nutrirme de los efluvios nocturnales
que brotan del mar de tu lengua,
me hace experimentar el éxtasis de las sensaciones,
estremeciéndome completa
ante la lírica que te comprende…

¿Cómo poder resistir, entonces,
el ansia del énfasis;
la efervescencia de la piel en tu cercanía;
poder tragarme tu aliento,
mientras un poema nos embebe del todo;
volverme corpórea epifanía?

Si al tocarme tu silencio entre versos y caricias,
siento en alta definición el fulgor de la magia;
me tomas huesos y alma,
mente y poesía,
y me late en la voz el universo,
su frecuencia infinita…

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