Tu brillo desnudo palpita en mi sombra
y autoriza en el lago de mis manos
el tránsito del cisne de la noche…
Se refleja el silencio embelesado
que te nombra
y canta en parpadeos blancos,
esparciendo su tinta en tu boca…
De tus páginas virtuosas
se desprende mi locura declarada
y en tu templo de luz
hambrienta mi lengua de tu palabra…
Me ahogo en la brújula sonora,
que transita la aguja de agua
y me muestra con exactitud
mi ubicación en tu alma…
Y agonizo,
agonizo en el crepúsculo de tus labios,
nido de la noche,
que ampara esta felicidad suprema…
Tu cielo de absenta
me embriaga
y el hada del cuento
en que tú y yo nos amamos
me viste de magia…
Y tu manto me cubre,
mientras sangra mi rosa
deliciosa fragancia…
Nos besan los ojos las estrellas
y unge el mar del viento nuestro paso
y vamos huella con huella,
hilvanando nuestro propio regazo…
(08.12.11)
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