Me sustrajo el vacío…
Me hice péndulo de cristal
y exploté en los bordes
de estos versos imprecisos,
que somatizan mi desazón…
Se rompieron mis nubes,
llorando sueños heridos
y mi corazón
se quedó sin tu brillo
en un espacio angosto
y marchito…
Y no me cubrí el rostro,
miré de frente tu olvido…
¿Cómo llegó a opacar así
mi suspiro?
Caminé la senda
de un fragmentado brío
y mi río secó mi frente…
Mis hojas azules
colgaron en la horca del otoño…
Y del viento la primavera
retuvo su manto arbóreo
desquitándose de mi boca
que, evadida,
sólo busca reencontrarse
con tu Tono…
(16.11.11)
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