Capital de Nadie

Las lágrimas enmudecen
a la yema de mis dedos
y en el muro del viento,
en vilo,
un suspiro permanece…

Suspendido en la espera,
sumergido en su propio tormento,
aterido se estremece…
No llegas…

Sangra el agua del tiempo
y quiebra mi voz con su afilado arrullo…
Promesa que no acontece…

Y aún le arranco la lengua
al murmullo violento,
que quiere quedarse con mi silencio
y seccionar el habitáculo
en donde te conservo perfecto…

El pestañear sediento de mi Luna
hace crisis con mi arena…

No hay azul que le vea,
ni le beba…

Un sollozo se traga
con maestría mi huella,
que ya discurre entre cascadas
de negras velas…

Un agosto follaje de nubes,
flota al fondo del paisaje
y un Sol distante,
revela que no hay futuro
para este capital de nadie…

(17.11.11)