Estar contigo
es realzar cada cicatriz que traigo;
cada vestigio, desliz,
conjugando mi existencia…
A bocados,
desgarrar las sombras;
oír trinar la noche
al esclarecerse en tu lengua
toda mi verdad,
hojeando las formas
de desembocar en el vértice
donde convergen las sensaciones más puras…
Me acumula tu intensidad
y me acompañas a perderme
del tiempo,
toda en deleite
y, en conversión titánica,
dejarte arrebatado, suspirar;
que me sientas
duplicar los puntos del plano,
curvando las zonas que nos estrechan
y, entre poliédricas dimensiones,
volverme vapor de alucinaciones,
redondeando las letras
al toque de tu atrevimiento…
Ciclópea extensión que contempla
el revoloteo del silencio,
avivando los suelos de la luz;
construyendo el marco paradisíaco
para encallar en tu universo…
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