A la luz del misterio,
dibujo símbolos sangrantes;
un fuego con forma de elipse;
un eclipse, imantando las fuentes de lo inefable…
Tantas vidas en un mismo cuerpo;
tantas muertes tatuadas en el alma
y un silencio, cubriéndolo todo,
ultrarenacido…
Con una sustancia cerúlea,
en bocanadas de energía,
endulzas mi respiro;
lo ilógico se me escapa por la lengua,
como un torbellino de intenciones
y tú, como objetivo…
Que no pare la gracia
de repetirme tu ración lírica,
porque me haces sudar futuros sostenidos;
cosecha inagotable de eternidad,
como puntada de almíbar
sobre las sedas de mi dócil oscuridad…
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