Según se suceden tus silencios,
me fundo a su roce
con un anhelo esplendoroso;
ilustro tu lado observador;
te monto en mis labios
con este azul contemporáneo
que hinca sus colmillos en mi cuello
y bebe de este canto puro,
propio,
dándole todo
a la urgencia de tu lengua…
Me haces la pausa
y penetro el surco
que crea la alternancia;
el sueño de la madera
que tus aguas suspenda
y resoplas letras numerales
que nos cuentan la historia de las estrellas…
Paladar tortuoso
que se amotina contra el verso
y resulta irresistible
no rendirse a su asedio…
Traes bien puestas las líneas,
me alineas
y respiro tu esencia
y en las mías,
tu pulso se acelera…
Engendramos una constelación de diamantes
que bautiza el infinito con espacios ultraversales…
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