Suspendida en esta realidad que sospecho,
son tus oleos térmicos
los que me ocasionan el instante
que me accede lo imposible…
Con colores por descubrir,
en desbordamiento sublime,
voy cavando la orogénica poesía
que astilla el rugido del tiempo
y me enseña los mecanismos de luz
que se imprimen en tu lengua,
soplando episodios de llanto y sonrisas,
transitoria formación del mapa de mi esencia…
Tu imagen resplandece,
tanto para saborear el virgen atavío;
civilización de partículas fundamentales,
concentradas,
como papiros, rezando auras;
concitando la periódica cosecha,
la fotosíntesis del alma…
Me reservas tus mejores guiños verbales
y no declina tu tarea de conseguir
embriagarme;
me alertas
con tu hervidero de palabras,
reverberando con ahínco
y calculo la distancia para arrojarme
a tu abismo;
gruta de magia…
No hay comentarios:
Publicar un comentario