Converges con el lado oscuro de mi mente;
con mis dedos chispeantes
que pulsan y encienden tu silencio
y mi pecho
aliado,
rueda, fecundo,
por el brillo de tus anémonas inmortales;
estampida de burbujas
que rompe la forma
y la curva,
desbloqueando mi accidentado trayecto…
Es tu rayo fugitivo,
inspiración para mis versos;
un sorbo de sol,
naciendo de mi frente,
magnífico…
Magnifico la pulsión,
con tinta ardiente
que vibra desde lo más hondo
y se vierte, saturada;
almas en colisión…
Siente la fascinación de este diseño,
intoxicado por el vértigo de tu abismo;
me conviertes en fuego,
fervor cautivo
y te quedas conmigo;
arraigado,
sin reparar en riesgos…
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