Esculpo el otro lado;
lavo los telares de lo inexacto
y nutro tus territorios sensoriales,
mejorada, acaso,
de exprimir el silencio maduro
y sorber de tu boca lo insaciable…
Tengo cogido el gusto
de agradarte;
de mostrarte el revés de mi sombra;
todas mis debilidades…
Tarareas un sueño
y me acoplo a su melódico sustento;
conformo con tu halo
un campo que rutila,
meciendo el viento seducido
y te pido;
muéstrame cómo coordinas
toda intención primordial…
Me lanzo, raudal de pistas;
afinco el plan en tu frente
y deslizo su coreografía de luz…
La piel parpadea y resisto,
mientras concilias mi riqueza…
Libo la noche,
hasta que componga la nota secreta
y despierta,
desenvolverme en las escenas estelares,
cuyos virajes exhiban que todo late
en la filigrana del silencio;
hilo de nube,
cosiendo el deseo de permanecer intacta
en tu saliva…
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