Intensivo

Pongo carne a este arrebato
y planto en el aire una cromática eufonía;
la fundo al compás del efecto
que me produces
y veo danzar un matiz insensato
que truena en el alma…

Me abduces,
acelerada
y, fúlgido, se torna el respiro,
observado desde el costado suicida
que me ve pulsar tu mirada;
estremecerte,
inofensiva,
abrazar las fragancias del silencio
y arder, íntegros,
emergidos de las brumas del cosmos…

Me salgo del tiempo
sólo por dejarme fluir;
engarzar lo difuso
y sacarle la capa de polvo
al brillo
de la lámpara febril
en donde descubro lo genial…

Vibro,
exhalo el aire espiritual
para explicarle a tu alma
cómo arrasar
el racimo recóndito de vaivenes,
donde me propago,
descifrando los códigos gravitantes
que humedecen los sueños
y la misma geometría de la luz
que conecta con lo sobrenatural…