saca, a la superficie, la luz de tu calor;
tu fijación por lo imposible
me seduce
y le seduzco
y me empujo a tu lado,
congeniando;
reduzco, en mi piel, tu delirio,
a fuego lento,
riego de amor lo resultante
y le desplazo al espacio principal,
donde le quito razón al espejismo
y tu pecho siente mi propio aire…
Destacas el brillo
que conjuga las detecciones de la piel
y te mantienes a mi tono,
mientras floto
con esta sensación de embriaguez;
grabas tu olor en mis poros,
como un rítmico tatuaje
y sé que me sientes,
como fulgor de luna,
enloqueciendo tus tímpanos;
seduciendo tu intelecto,
sacerdotisa de tu santuario,
en trance…
Vaya manera de predecirnos
en este mágico instante…
No hay comentarios:
Publicar un comentario