sábado, 15 de febrero de 2014

Cándida Derrota

Ay si supieras
el pliego de poemas
que resguarda mi Luna,
como un nidal de estrellas
en su lengua blanca,
impoluta…

Acoplada al cándido reflejo de tus ojos,
que hurga con su Luz eterna
los rincones de mi alma,
pureza que en frondoso azul,
me colma y arrebata…

Melodía de cristal,
que perfuma mis relámpagos
y llueve a través de los dínamos de mi boca…

Constante,
asida al cóctel luminoso
de tu dulce encanto,
que generoso se entrega a mis manos,
doy a probar del misterioso fragor
que celebra mi derrota,
porque en tu silencio ha triunfado…

(01.10.13)

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