La personalidad se te escapa
por los poros,
íntegra;
me enreda con sus hebras encantadas;
sensible, me envuelves
con tu capacidad ingente de lacear lo ignoto…
Improvisas
y pareciera que el mundo se mueve
sólo en tu lengua…
Adorable, a los ojos del silencio,
me enamoras;
me instas a mejorar;
a probar lo excelso…
Sabes al exquisito cóctel del deseo,
burbujeante alborotador de mis emociones;
tus ondas de choque convierten mis letras
en brisa de mar;
bravío despeñadero del agua consciente…
Te promulgas rompiente
de mi curvatura vocal;
soplo de luz en colisión titánica;
despistado raciocinio, a partir del cual,
tu garbo deslumbrante, hace nido en mi alma…
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