difundirte en el predio electrizante,
donde vas a parar,
cuando se pasea tu lengua,
dentro mi boca,
con su lírica primordial…
Posees la facultad
de arrollar todas mis formas;
cubrir todas mis áreas,
barrerlas con tu saliva;
hacerme descubrir que, afines,
podemos romper las normas;
comprender la existencia misma…
Fulminada por tus detalles,
me disuelvo;
me sirvo de tus aguas estelares
para moverme, libre e infinita,
como el estrépito rabioso de un astro…
Haces de mi aliento un baluarte;
la mágica espada
que, en manos de la inocencia,
consagra su liberación
y, en igual condición,
enamorarme;
me das la corriente, seductor implacable
y, al verterme sobre ti,
adherida a ese relámpago,
con el que me deslizas tus maneras,
desatar la tormenta,
reconociendo lo poderoso que nos conecta…
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