domingo, 14 de noviembre de 2021

Salpicaduras

En la ciudad de las luciérnagas
escribo poemas con las sombras,
mientras tú
haces germinar espigas de oro,
como manantiales angélicos,
en cada esquina…

Son etéricas farolas, tus ojos
y yo tirito dentro de ellos,
donde el silencio convertido en poro
me hace palpar lo improbable,
activándome entre tus dedos…

Somos cuerpos,
debatiendo la realidad rendida
y me hundo hasta untarte mi poesía en éxtasis;
así, escuches mis pautas,
encadenando la secuencia
que activa las programaciones infinitas
de paladares y esencias…

Se explicita la insinuación erógena;
la fecundo
y te presumo con la electricidad,
titilando y su totalidad de chispas,
acurrucándose unas a otras…

Qué equivocada la razón,
pedregal que testifica la erosión de la luz
y que escupe su reclamo estéril…

Me escuchas y comprendes
pegada a tu válvula energética;
la mordedura al desnudo
en el hueco de mi carne;
el beso que suprime
las soledades…

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario