domingo, 28 de noviembre de 2021

Estratégico

Temblorosos los silencios
se agarran a los vítores sangrantes
de mis ganas;
mi lengua, al confesarse,
de pronto, estalla,
intercambiándome contigo,
hambrienta del ronroneo despistado
con el que te siento latir en mi idioma,
maniobra invertida para recobrarte…

No quiero parar el delirio
que, como un séquito de vivos diamantes,
en total revelación,
conduce mis palabras,
variando el instante que no se desajusta del gozo,
porque es directamente proporcional
al brillo que lucen mis ojos…

Tan adorable y trágico,
retocas mis planes
e, impunemente, palpitas
dentro de lo único que me desborda…

Ocultos se irradian los sentires
que afloran bajo el amparo de tus aguas,
cuando tu cauce invencible me ahoga
y, en conmoción,
restituye toda la luz de mi alma…

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