De Aciertos Demenciales

Equilibramos la luz
al contacto de los dedos;
emanan sus ondas
por las líneas digitales
y logramos disolvemos en su núcleo…

El diluvio de tu cuerpo
sumergido en el mío,
espléndido pleamar espiritual,
penetración descomunal,
nos recuerda
que no hay otro;
que el deseo encarnado es sólo artificio;
fracción de la memoria
que deambula su espectáculo,
extraviado en lo transitorio;
partícula esencial buscando su puzzle;
su mosaico;
su mapa;
su lugar en el infinito…

Suena la sirena del silencio
y el foco de tu atención
encuentra la dimensión alba
que te arrastra en su espiral sin tiempo,
infartando lo sensato,
desabrochando lo aprendido…

Vuelvo a nacer, contigo;
burlando la naturaleza de lo fugaz
para volverme entre tus poéticos trazos
dulce eternidad…