martes, 15 de diciembre de 2020

Símbolo Resplandeciente

Hallar la luna en los espejos brillantes
donde ha de quedarse el silencio;
allí,
donde pertenezco,
abrazarme a la soledad del verbo abierto
que me entrelaza tus jardines,
otorgándole razón a lo etéreo…

Te sigo cada línea que trazas
para suceder en la voz petrificada de la sombra,
cuando rasgas la realidad
y sangras,
reluciente,
lo más recóndito del alma;
aquel dulce burbujeo
que siempre me dijo quien eres,
tras el solitario pedregal…

Empeño cristales y espadas
de los castillos oscuros
que me sostienen
y me percibe la luz,
desnuda,
frágil,
con la fugacidad atada al violín;
consciente del pulso del poeta y el ángel
que viene siempre por mí…

No hay comentarios:

Publicar un comentario