martes, 1 de diciembre de 2020

Apresto

Aún trastabilla el inconsciente
en su afán de despegue;
alturas y enlaces
se disputan los silencios,
mientras se amotinan las nubes a lo lejos
y recorro esa inquietud idiota
de verme separada del tiempo…

Abajo
las luces se encienden
y se aquieta, luego, mi carne
para enfilar su blasón de luz,
tiritando en la desnudez del ocaso…

Hunde conmigo el arado
en esta tierra nueva,
dulce presente,
que margaritas y pensamientos
traerán los juegos impares
que definan tu rol desconocido…

Lo más grande se quedó en el pecho
de este pájaro herido
que proyecta su azul
contra la superficie de la sombra…

Celebraremos el hallazgo impredecible
cuando el cielo nos vea desplegar las alas
y nazca el brindis del alma,
tú en tu otra vida y yo con la mía propia…

No hay comentarios:

Publicar un comentario