Me percibo,
absorta,
en el reflejo vibratorio del éxtasis…
Presa de tu boca,
lista para introducirme
en tu inmensidad
al desnudo
y coronar mi desplante
con tu embriaguez…
Tal vez en el acto
de habitar el músculo palpitante,
purifico el instante
en el que sujetas la sensación
de un modo incorregible…
Y no hay más
que empaparme del influjo;
aceptar que soy propensa
a tu total embrujo
entre principios y fines…
domingo, 10 de agosto de 2025
Movedizo
Cuando te me cruzas,
tiembla la realidad…
No coordina el tiempo;
la distancia enmudece
y la velocidad
determina el instante
que me posiciona
en torno a la figura emergente
de tu sensualidad…
Puedo confiar
en que tu boca me recupera,
mientras repercutes en mi mente,
cuando me inunda cada palabra
pensada por tu lengua…
Como un indicador de proximidad,
dejo de respirar,
porque encarnas
el vicio magnético;
el revoloteo que repica
en el fondo de mi desnudez…
La humedad contempla
cómo el mundo
embellece a tu paso,
y fluye,
como, en el agua,
el color de un pez…
tiembla la realidad…
No coordina el tiempo;
la distancia enmudece
y la velocidad
determina el instante
que me posiciona
en torno a la figura emergente
de tu sensualidad…
Puedo confiar
en que tu boca me recupera,
mientras repercutes en mi mente,
cuando me inunda cada palabra
pensada por tu lengua…
Como un indicador de proximidad,
dejo de respirar,
porque encarnas
el vicio magnético;
el revoloteo que repica
en el fondo de mi desnudez…
La humedad contempla
cómo el mundo
embellece a tu paso,
y fluye,
como, en el agua,
el color de un pez…
miércoles, 6 de agosto de 2025
Recortes
La complicidad
afana con la química,
mientras la belleza no ignora
que me lees demasiado
y yo juntando ganas
para que pases por alto
que también es mi debilidad
tu manera de sintonizarla
con la mía…
No controlo mis sentidos;
se alborotan,
frente a la desfachatez
con la que los desafías…
No obstante,
ese trato distinto
consigue despertar la ternura,
como una revolución idílica…
No logro soltarme
de todo aquello que me inoculas
y estallan en mi lengua,
a la vez que escribo,
la exposición del pulso
que acelera mi sangre
y respiro…
afana con la química,
mientras la belleza no ignora
que me lees demasiado
y yo juntando ganas
para que pases por alto
que también es mi debilidad
tu manera de sintonizarla
con la mía…
No controlo mis sentidos;
se alborotan,
frente a la desfachatez
con la que los desafías…
No obstante,
ese trato distinto
consigue despertar la ternura,
como una revolución idílica…
No logro soltarme
de todo aquello que me inoculas
y estallan en mi lengua,
a la vez que escribo,
la exposición del pulso
que acelera mi sangre
y respiro…
martes, 5 de agosto de 2025
Consecuciones IV
A medida que vamos,
palpando la habitación creada
por la estática de los cuerpos,
los motivos
cambian de percepción
y la realidad se rompe…
Adheridos al vuelco,
al perder el control
bajo esa claridad nocturna
que arrebata toda razón,
el silencio digital
y su roce,
curan el dolor de la inmediatez,
sosteniendo el instante
hasta pegarlo a la sensación
de inmortalidad
que aparece,
cada vez que la velocidad
ralentiza el físico impacto
y la melodía,
tuya y mía,
al son de la piel,
sigue palpitando…
palpando la habitación creada
por la estática de los cuerpos,
los motivos
cambian de percepción
y la realidad se rompe…
Adheridos al vuelco,
al perder el control
bajo esa claridad nocturna
que arrebata toda razón,
el silencio digital
y su roce,
curan el dolor de la inmediatez,
sosteniendo el instante
hasta pegarlo a la sensación
de inmortalidad
que aparece,
cada vez que la velocidad
ralentiza el físico impacto
y la melodía,
tuya y mía,
al son de la piel,
sigue palpitando…
sábado, 2 de agosto de 2025
Apiario
Al drástico propósito,
me adviertes
colonia;
hervidero de suplicios…
Y me encanta ese silencio
que mueve tu impulso
y es visto,
mientras corro y traigo
lo que converge, a cada instante,
con tu lengua…
El aire se relame
y me reta
a provocar la interacción
que obra el pecado,
comiéndose el contacto más dulce
con la devoción de un ángel…
Sin aliento,
se escapa de mi carne
el control;
lo abduce tu sonrisa
y me pierde el juicio,
mientras tú me arrimas
y te arropa mi buen gusto…
Tengo la sensación
de estarme construyendo
a tu abrigo,
justo cuando me sabes
una completa delicia…
me adviertes
colonia;
hervidero de suplicios…
Y me encanta ese silencio
que mueve tu impulso
y es visto,
mientras corro y traigo
lo que converge, a cada instante,
con tu lengua…
El aire se relame
y me reta
a provocar la interacción
que obra el pecado,
comiéndose el contacto más dulce
con la devoción de un ángel…
Sin aliento,
se escapa de mi carne
el control;
lo abduce tu sonrisa
y me pierde el juicio,
mientras tú me arrimas
y te arropa mi buen gusto…
Tengo la sensación
de estarme construyendo
a tu abrigo,
justo cuando me sabes
una completa delicia…
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