miércoles, 25 de noviembre de 2020

Refundación

Hubo un espacio habitado por tus ojos;
por la virtud infinita de tu lengua
que hoy sucumbe a un silencio
hecho de cuarzo;
un altar entumecido,
suplicando trasmutación…

Con afán estrepitoso,
mi ser concede recomponer las hebras
de la voz siniestrada;
las vías regulares de cada esquina
proceden a su ablución,
y escampa…

Repueblan las calles sus audaces impresiones;
la esencia que me comprende
en el átomo desvestido,
vuelve a explorar en mi alma
toda vez que me declaro libre…

Conservo el hábito de balancearme
en los bordes de la luz,
como un astro rebelde,
insumiso,
consciente de su dualidad…

Desiste toda oscuridad
y por mi espalda siento correr
la heroica fricción de antojo
que le apetece resplandecer sin límites…

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