viernes, 13 de noviembre de 2020

De Vuelta

Traje mi acento
impregnado de tu idioma;
mi piel
bañada de ti;
todas nuestras horas lloviéndome en el alma;
golpeándome la memoria…

Mis pies calzados de geometrías en flor
aún transitan tu ciudad perdida
y las llaves sin puertas,
resuenan en mis bolsillos rotos…

Me lo traje todo
en el equipaje sangrante que soy…

Y hoy,
sin ya pertenecer a tu aire,
fatal influjo para mi corazón loco, perdido,
cerrando el mundo,
puedo desprenderme del último suspiro
y resucitar desde mi propia extinción
para luego desvanecer
en el perfume insomne de la noche…

Un escueto silabario me recoge
con un poco de llovizna en la garganta,
mientras un sol urbano
deslumbra el otro lado del océano
y un gato imaginario,
me ronronea en silencio…

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