jueves, 4 de junio de 2020

Redes Sangrantes

A borbotones
te derramas por mis sienes;
te me concedes,
dócil e irremediable,
menudo y exacto,
como atisbo de luz y carne que crece
hasta embriagarme con su corpórea locura,
vibrando al unísono con mi alma…

Ligados a la curvatura del silencio
en idéntico giro,
acudimos,
al trance de colores abiertos,
mientras el aire concéntrico
nos arranca el vestido…

La marcha de los espejos
encandila las formas
que al enredársenos en la lengua,
nos deja pronunciar su idioma inverosímil…

Los besos se vuelven madejas;
crisálidas aguantando el fruto de su despliegue;
nexo crujiente que despedaza lo inservible,
en cambio,
anida las transparencias
que han de restaurar lo infinito que nos percibe
entre sutiles hebras…

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