domingo, 7 de junio de 2020

Enigmática

Fundirme al acero dulce
que ampara tus geometrías;
al asedio involuntario
que nos reconoce
perpetradores del infinito,
es más que atravesar el silencio…

Te manejas abriéndote paso en mi saliva
y este barro que me conforma
se hace un lado,
mientras me cubres de luz y poesía…

Y casi que estás rozando mi aliento
cuando regreso del otro lado;
cuando broto de tu carne
y acabo elevándome sobre el azul que cimbra,
vistiéndonos de espejo…

Florezco,
como un sorbo de contradicción,
cuyo repentino fulgor
me enseña las alas invisibles que llevo conmigo;
una ráfaga de colores en los túneles de agua
que me rodea y embriaga,
poco antes del estallido…

No hay comentarios:

Publicar un comentario