Esa luz que me absorbe
y se desborda
por el surco de mi pecho,
entrelaza los silencios,
desesperadamente
y la encauzo
para que se revele,
bailando con mis ojos,
mientras los escoges
de un modo tan bonito…
Se desdoblan
y retornan hacia los tuyos,
reiterándose
distintos…
Esa manía tuya
de crear infinitos
y meterlos en mi boca,
me hace sentir el vértigo
que procura
volverme traductora
de todo lo existente
y ponerme a cargo
de reescribirlo…
Me mantiene a flote
sobre suelo incipiente,
dejando precipitar
sobre la humedad de tu aliento
mis mejores escritos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario