martes, 16 de noviembre de 2021

Encandilada III

Cuánta química,
sembrando el aire;
intercambiándose
entre tu piel y mi piel;
adoptando la forma de flujo irreversible,
cascabel de agua del que no dimito
hasta obtener lo imposible…

Nos volvemos timbre de luz,
alcanzando su fin para un nuevo inicio;
explicitando el unísono
de la rendición o la derrota,
da igual…

Tu cristal
es una vorágine de brillos
que me desquicia;
me invita
a imponerme;
a beberme los conceptos;
a tragarte;
a mezclarme contigo…

Iletrada,
me encaramo en tus posturas
y, con soltura, doblo silencios
para convertirlos en mástiles elásticos,
dúctiles,
aprendiéndolo todo, de nuevo…

Se dispersan, entre nosotros,
las tempestades dulces,
en profusión de sonrisas,
con la icónica elegancia,
nada discreta, de la conquista…

No hay comentarios:

Publicar un comentario