Aspiras resbalar
por la ladera del silencio
y cumplir el ciclo
hasta recibir
lo que esperas…
Y yo aguardo salir descubierta
bajo la máscara
y los atuendos de cristal,
en los que quedan
camuflados
el linaje;
la piel cronometrada…
Cuando emerge el espionaje
con el que lidio,
el trauma
enciende las alarmas
sin percatarme
de que vas más lejos
y las simetrías aladas,
donde las soledades
y su distracción
gotean un sentir,
como la flor salvaje suelta su aroma…
Repentinamente,
pulso entre luz y sombra
para escribir eternidades;
para disciplinar la respuesta
que gira en mi interior…
Y, progresiva,
mojarte el alma con amor
hasta verla, en tus ojos,
resplandecer
y acabes viendo todo
lo que no ves…
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