La queja del juicio
me encuentra,
flotando
entre las contradicciones
de ese pulso verbal
que maniobra la circunstancia…
Te escucho sembrar piruetas,
mientras me derrito
en tu corporalidad,
cuando la acción fluctúa
entre mi flor y tu hoguera
y se inclina hacia mis contornos
para ser tu tendencia…
La temeridad
va palpando el silencio
y la influencia del ángulo directo
complace a mis sensaciones…
Descubres la desembocadura
principal de mis versiones
con el fuego
que atas a mis ojos…
El canto medular
que alinea mis chacras,
donde el aliento arrulla
con una fuerte disposición al gozo…
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