Oculto el morbo
que agrede, sin piedad, la sensatez,
engordando esta necedad
de exponer mi dieta,
rica en tus ojos,
como la ida y vuelta,
escandalosa,
de mi corazón hambriento,
devorando del tuyo,
siempre apetitoso;
embebido
de una riqueza que descontrola
esta sensación de saciedad
que no agoto…
que agrede, sin piedad, la sensatez,
engordando esta necedad
de exponer mi dieta,
rica en tus ojos,
como la ida y vuelta,
escandalosa,
de mi corazón hambriento,
devorando del tuyo,
siempre apetitoso;
embebido
de una riqueza que descontrola
esta sensación de saciedad
que no agoto…
No hay comentarios:
Publicar un comentario