Pujante

Arrebatada la figura del aire
al percibir cómo me moldean tus dedos
su historia inverosímil…

Con una sospecha de audacia
atravesándome el silencio,
me halla sumida
en la curva de lo inmarcesible…

Desgranando aromas
y colores afrutados;
giros y traslaciones
de la mano de tu lengua…

Se yergue un crujir que invoca
la onomatopeya del relámpago;
la dinámica de la luz,
volviéndose epígrafe dorado…

Cimbran los suelos desvestidos
ante el anuncio que diriges…

Escribes
sobre mis hojas de carne
tus párrafos sedientos
y en la ceremonia del instinto,
luces la claridad del divino torrente …

Existo
en el persistente devenir
de tus confines,
pronunciando el gesto
que me hace partícula eléctrica;
combustión para fundir en ti,
mi propia inmanencia…