sábado, 11 de enero de 2020

Delicia Burbujeante

Me citas la noche
con la imponente majestuosidad
que destila tu lengua
y preciso la pausa
para recomponerme un poco
y volver a paladear, con vehemencia,
su fuente de ambrosía…

Me das a beber
del brillo aromado de lo sideral;
toda la claridad
que te atavía el impulso
de embarcarme en tus sueños
y conducirme,
hasta hallarme flotando
en el noctambulo arrullo de tu silencio…

Tan irresistible resulta
atarnos las aguas
que del vaso colmado de lo nuestro,
sobre innumerables esferas
se acomodan arrebato y embeleso…

Y nos guarda el infinito
en su cajita aterciopelada,
como reserva única
de todos los tiempos…

2 comentarios:

  1. Y nos guarda el infinito
    en su cajita aterciopelada,
    como reserva única
    de todos los tiempos…

    Me encantó esta estrofa, querida amiga Nancy, aunque todo el poema es lindo y metafórico....te invito también a mi blog de blogger...cuyo link está debajo de mi firma en el foro Aires de Libertad. Recibe mi abrazo. Ingrid Zetterberg

    ResponderEliminar