martes, 4 de febrero de 2025

Desahucio

Me susurra el final
tu aliento vespertino;
el lugar
que camufla tus contornos,
me obliga a efectuar un giro
desproporcionado,
hasta quedar atrapada
en la enredadera de diamantes
donde puedo desplegar mi destino,
sin pensarlo…

Ya de vuelta,
somos otros;
la ruleta de los astros
se equivoca
si descarta la conexión dada
al escogernos…

Es la noche y su obsesión
de penetrar los silencios,
la culpable
y la luna,
de permitir al alma
ataviarse de toda sensibilidad,
congeniando…

No me das,
sino puñados de insinuaciones,
condenándome a entrenar la contextura,
sin compostura,
de mis poemas eróticos,
atrapada
en la melodía de tu lengua
que, como una lanza,
va a parar al foco
donde danza mi sonoridad…

Tu tiempo va conmigo,
como yo y tu ambición
y el séptimo color
por estrenar e incluirlo
en la biografía sensorial…

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