viernes, 30 de julio de 2021

Renacida (II)

El ahora marchito
sólo retumba
en las páginas de un cuento
que naufraga inacabable
en su infinito comienzo…

Ruedo,
ligera,
me derrito en el aire,
floto;
retorno en lo dispar;
mientras fluyo,
me eximo del tiempo;
me contactas, de nuevo,
estrechándome
canciones espiraladas;
prosas bohemias que trasuntan mi palpitar…

Tan increíble resulta
que te depares en mí con esa intensidad
que grita
y bate sus aguas hambrientas;
excitante
que tengas tanta noche en la mirada
y me bañes de su proeza;
de tanta divinidad;
tanta delicia
fugaz y eterna;
ese descontrol de las horas
sobre los rayos azul violeta
y, fervorosa,
ingente de rapsodias,
hallo el sendero a tu resistencia…

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