jueves, 29 de abril de 2021

Franca Imponencia

Se estira la luz,
me alcanza
y sólo oigo el fuego
retratarme en tus pupilas,
equilibrándome sobre este silencio
de cuento inacabado;
crepitando,
mientras hiberna en mi alma
el lamento húmedo de una premisa…

La sal mordiéndome la herida
y tu voz afilada,
hiriéndome de nuevo,
mientras mi lengua,
untada de amor,
lame, estremecida,
en tu nombre,
estos renglones callados…

Y la noche,
la noche, soltando su agua divina,
bañándome de ensoñación;
rasgando los oxidados atuendos;
volviéndome toda premonición…

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