domingo, 23 de febrero de 2020

Bólido y Aguja

Cuelgo del aire la sombra
que se empecina
en resolver mi encrucijada;
la ruta de la piel
enredada con el vértigo tardío
y me vacío la huella del tiempo…

El humeante estupor me resucita;
enciende los filamentos del alma;
el corazón de mi luz aclara
y el sol se desangra entre suspiros…

La noche que nos persigue el silencio,
se hace con su canto amable,
céfiro de inmensidades,
estremeciendo los dinteles del infinito…

Tras el fuego insospechado,
emerge la pulsión de la carne
y naufrago en la velocidad de tu aliento,
metálico fulgor de una galaxia de agua,
bombeándole alas a mi ascenso…

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