La magia existe,
sin duda,
la vengo atrayendo…
Nace de tu piel,
cuando retorna la persecución
que alucina a mis neuronas,
ese arsenal de asuntos
con que las revolucionas,
haciéndome referencia…
Se estira el lazo
en tu dirección
y cazo,
sin disimulo,
el resplandor;
la chispa única de tu lengua
y su tiempo irreversible…
Las incoherencias
te permiten localizar
mis más profundas fantasías;
las exploras
y
esa clemencia invalidada;
ese secuestro de tus partes
a las mías,
es una litografía del alma…
Tu sicología innovadora
me embarga;
me hace quedar inmersa
en mí misma y escribirlo…
Aflorar sobre tu lecho verbal,
enraizando
toda la fuente lumínica
de tu humanidad,
tan dentro mío…
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