sábado, 27 de enero de 2024

Después

Me arrecia la púrpura espiral
que despliegas con tu lengua
sobre lo que te apetece,
envolviendo lo que gira
en otros colores,
alejándome de la trivial condescendencia…

Pones en mi boca,
tu droga favorita
la más eficaz y adictiva
y una sobredosis de su magia,
valiéndose
de un léxico acaramelado,
me alecciona,
como la locura del carrusel
ante una mirada estática…

Trepadora de tu psique,
te adopto,
como
siembra y sendero,
cosecha intelectual,
que estampa los calificativos
y despiertan la obsolescencia del verbo
que había abandonado el desafío
de activar el acto…

Proliferan mis versos por tu culpa
y el objetivo del derrocamiento de tu influencia
se torna inadmisible;
saborear la pulpa de tu mente,
compensa la perseverancia
en cruda disposición,
porque, aunque, sin saberlo,
demuestras el merecimiento
del mejor delirio que me desnuda la voz
con la agilidad del abanico,
que va encontrando la posición más efectiva…

Toco el desliz entre los rastros
que despistan las turbulencias reveladoras,
dejando claro para el resto
que todas las posturas se proyectan
como el porcentaje ciego
que sólo a ti te colabora…

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