viernes, 16 de octubre de 2020

Espíritu Transgresor

Después de colocarme
entre tu lengua y tu pecho;
desenvolverme en alucinante desempeño,
me deshago,
me vuelvo lábil sustancia
que se funde al torrente que te sustenta…

Como un puñado de luz,
llenando concavidades de incalculable potencia,
en un arranque de ímpetu
para anclar los vértigos que se quedan…

Condensados los impulsos
nos miran desde lejos
y aún se asombran,
al vernos calcinar los cementerios;
vestir el amanecer de un porvenir
habitado por lo que somos…

Unas láminas áureas nos recogen cada suspiro,
pintando el libro de los astros con sus tonos;
ilustraciones que tiritan eternas…

Hay símbolos en tu costado;
luces vivas que al fin encuentran
su estado primigenio
y en el mío, anémonas cristalinas
soltándose en la espuma de un te quiero…

No he de rehuir los senderos de aire,
más bien expulsar las esquirlas
y atravesar los andenes danzantes
que anteceden la penumbra…

Es sólo y solamente
la disolución de la carne,
porque este líquido tatuaje
se nos queda a un mismo tiempo,
perenne e infranqueable…

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