Fascinación

Cada místico instante
en que el tintineo de tu frente
descubre los velos
que raptan del aire el infinito,
se resbala de mis pestañas ese rumor
que advierte el canto de los siglos,
como una premonición
auscultando los diferentes caminos
que me conducen a tu noche…

Un pulso blanco
cuyas grafías van desordenando los colores,
tatuando su enigma
en mi oasis transparente,
con toda su música entre los dedos
para hacerme danzar en un desvelo impecable;
envoltura de insomnio
en las cumbres submarinas…

Se empina la piel,
como un eco insaciable de tu roce;
me aturdes y se rompen los límites
entre las rocas del tiempo…

Me emociona
la exorbitante devoción que me platina la lengua;
mientras la luz aromática de tu alma
se imprime en mis ojos con su tacto de aguja
y me inocula un lago de estrellas,
para quedarte dentro…