miércoles, 18 de diciembre de 2019

Rítmico

Un rugir de piedra abunda
con la cadencia aventajada del suspiro;
su contorsión redobla en el instante silente
que emula las eufonías del infinito…

Piel naciente
que se subleva al percibir el roce
del giroscopio cristalino del alma…

Calejo azul
que, de la mano del ímpetu,
explora las pendientes del agua
y se proclama en el tenaz verdor
de un viento redondo…

Enmudece
al contacto de tu gota sublime,
sedosa pronunciación que se hace carne
en la porfía
de fecundar los jardines cósmicos…

Sólo en tus ojos
veo mi música descifrar
su sagrado movimiento;
reconocerme en su luz inefable,
mientras estoy renaciendo…

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