Se me agolpa,
estrepitoso,
un cúmulo de resplandores,
mientras aclara mi pulso,
deslizando la nitidez absoluta
de lo sin forma…
Me irradias la estruendosa
raíz de tus pupilas
y crepito…
Marca el paso
el silencio instintivo
hasta que alcanzo la desnudez del tiempo…
Las lumbres acicalan la saliva
y trenzan a versos, los suspiros
que nacen del aire amasado
por tu corazón y el mío…
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