miércoles, 5 de junio de 2019

En Llamas

Como un vendaval de astucia
derribando de mi boca los motivos,
adentras
con tu fuego mis estancias,
con la tórrida mención del infinito
y sus soles exaltados…

Masajeas mis oscuros laberintos;
me persuades
a embriagarme de tu luz,
agitar mis hojas con tu céfiro sagrado
hasta desvanecerme en un verso
corpóreo,
instintivo,
estimulante…

Saboreas la exuberancia descubierta,
el santo licor que mana del silencio oportuno;
el efluvio de la carne
en su alocada complacencia…

Arde ciego el precipicio
desnudando las sombras,
fundiendo tu sol danzante
con mi lengua melosa…

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